Misión a Marte.

Hace tanto que no hablamos que no sé por que empezar,

Quizás fue ese tonto orgullo el que no me dejo llamar,

Y ahora no sé que pensar,

¿Cómo volver a empezar?

Dijiste: Pa' vencer el miedo al agua debía lanzarme al mar.

Y aquí estoy, ¿qué mejor que decirlo cantando?

Expresar con letras lo que no haré llorando.

(Te vas)

¿Para que echarte de menos?

Yo sé que la gente viene y va, estuve enfadado con la vida ella quita y da.

Que nunca rompí una promesa,

Estoy encerrado,

No puedo envejecer juré que lo haría a tu lado.

Sólo queda el reflejo de lo que fuimos, ahora miranos,

Viviendo en un quizas eterno, muriendo entre el sí y el no.

Inhalación.

Exhalación.

¿Quién dicta el tic-tac de cada pulsacion?

A cada arrepentida de este homicida corazón.

Pa' vencerla tuve que caer en la tentacion,

No busques la razón.

Sopa de lluvia y ron.

Yo sé que todo cambia

Y también sé, que lo que siento no ha cambiado.

¿Sabes por qué?

 Porque estamos mirandonos sin saber por qué,

Porque no haré una canción de lo que pudo haber sido y no fue.

Isusko.

No te la mereces.

Tengo un marco sin tu foto puesto en mi estantería,

 para recordar que te olvidé y que nunca serás mía,

Por abrirte el corazón sin cirugía, con mi boli,

un vulgar instrumento que te convierte en poesía.

Él toca con palabras que hablan, tocando y juega

con la esperanza puesta en algo que no llega.

Nunca quise ser, como dos ojos y condenarnos

a estar en la misma cara y no poder tocarnos.

Sigo, mirándome al espejo, vomitando en el lavabo,

ciego por el odio que me convirtió en esclavo de mi mismo,

encerrado dentro de una cabeza,

que a veces llora de risa y nunca ríe de tristeza.

Por ser tan parecidos y a la vez tan diferentes,

tú quieres tenerlo todo y para mi nada es suficiente.

Si vieras con mis ojos, si tocaras con mis manos,

sabrías lo que sienten si besaras con mis labios.

Es puramente físico, sexual, cuando recorro

con las manos el mapa de tu cuerpo, cada punto cardinal,

es tanto el placer que nos prestamos tan detenidamente,

ser piezas de tente, encajamos perfectamente.

Te excito con la mente en un lenguaje sin palabras,

escrito y adornado con un grito incontrolado de pasión,

sólo estamos tu y yo solos aislados en una habitación,

y aunque sea por un instante no cabe nadie más en tu corazón.

Incapaz de decirme "para", serías capaz de dejarlo todo

porque a la luz del día no acabara aquel encuentro,

el mundo esta allá afuera pero el tuyo aquí adentro,

pudo parecer judo, nuestros cuerpos juntos desnudos.

Siente el escalofrío, sin paradas ni desvíos,

allá donde termina tu cuerpo y empieza el mío,

escapa de la razón, no lo discuto, corazón latiendo en bruto,

a no sé cuantos cientos de pulsaciones por minuto.

¿Qué coño esperas de mi?, ya verás,

las cosas llegaran cuando ya no las quieras, siempre es así.

Dices que lo nuestro fue un error,

yo a veces te haría una canción pero no te la mereces.

Dedicado a los que escriben por rellenar una ausencia,

pueden medir los actos pero no las consecuencias,

chica, vete por donde has venido, quieta donde estas,
daría mis ojos con tal de verte una vez más.

Isusko.