1 sept 2012

Tres obras, un escenario. (I)

Lo tuve todo pero igual me sentí vació, 
Soñé con vivirlo todo y lo convertí en mi desafió .
En mi sueño.
Entraste en pánico cuando viste que le puse empeño.
Que cambiaría, 
Todo lo que tú ni siquiera llegarías a tocar.
A ver, a sentir.
Te puedo asegurar que me dolió admitir.
Que el tú y yo por siempre, no seguiría existiendo.
Porque aun sabiendo lo que sabemos nos seguimos lastimando
Y seguimos sufriendo,
Porque el tiempo, aunque no lo cure todo cierra las heridas
Y supera los lamentos.
Yo quería estar contigo pero no con  este sufrimiento. 
Derrame lagrimas por cada acontecimiento no deseado,
Me aislé en mi burbuja de cemento cuadrada para no hacer daño
A las personas que quería,
Porque tengo la esperanza de que vuelvan a ser importantes para mí, algún día.  
No te lo habré dado todo pero te di lo que podía.
Ahora estoy encerrado esperando a que llegue mi Mesías.

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Pasé demasiado tiempo buscando algo
Y al fin lo he encontrado.
Era tan obvio lo que buscaba que lo tenia al lado.
¡Dime!
Como olvido,
Si nunca he podido ignorar lo que he sentido.
No creo en el destino,
Tengo cosas por hacer pero no tengo deudas pendientes.
Algunos piensan en jalar el gatillo solo para apagar su mente.
¡Detente!
Es mejor dejar pasar el tiempo que coquetear con la muerte.
Detente
Los días serán tristes si te sientes así, es la realidad más coherente.
Tenlo presente.
La autoestima baja es tu enemiga,
Los malos pensamientos son instintos suicidas.
 Los malos ratos se aburrirán de ti y se largaran de tu vida.
Así es la vida.
Amanecerá y veras que tu decides cuando comienza tu día.
Eso de que somos iguales y valemos lo mismo es mentira.
Algún día conocerás a esa persona especial, que hará especiales todos tu días.
Lo difícil es confiar y no saber en quien confías.
 Los errores te enseñan
La violencia te alivia.
La espera tiene que acabarse para darle paso a la vida.
Al igual que las mentiras
Que yo padecí de dolor y tristeza,
Y sentí que fallecí cuando creí que me abandono clemencia.
 Y me dí vergüenza y pena,
Al ver que llore por un amor que no valía la pena.

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Jamas mentí cuando dije que quería estar contigo.
Cada bocanada de aire que respiro es una palabra que reprimo.
Deje pasar tantas oportunidades que me duele.
Pienso más en mi pasado que en mi futuro y eso destruye mi presente.
Que te tengo presente cada día.
No lo dudes.
Del Shangri-La me expulsaron por atentar contra los lamas
Encerrándolos en ataúdes.
Claro que tengo mis virtudes
Pero todos prefieren ver mis defectos.
En efecto, tengo el corazón roto por prestarlo a un ser imperfecto, que yo consideraba perfecto
Tengo balas en la recamara pero no te tengo al frente.
Quisiera disparar contra ti y ver tu muerte
Tengo tanto odio acumulado que ya ni siento la rabia
Tengo tantos sueños acumulados que ya ni dormir me calma.
Quisiera morir para no saber que ocurrirá mañana.

Llame a esta entrada así porque las tres historias contienen los mismos elementos, pero visto desde otras épocas y desde otras perspectivas puesto que sus protagonistas no son iguales. También pueden interpretarlas como una conversación de tres personas que han pasado por lo mismo o leerlas de una forma cíclica, haciendo ver que los tres textos son vividos por la misma persona pero analizado desde distinta forma. Todo queda a juicio de ustedes. Esta es la primera parte, dentro de poco publicare la segunda y quien sabe si haga una tercera. Eso sí, las historias de la segunda parte no estarán relacionadas a esta pero si tendrán la misma estructura.  No es surrealismo aunque en algunos momentos solo me deje llevar.

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